
Un ladrón que acumuló en menos de un año 15 hechos delictivos como hurto con escalamiento, hurto simple, violación de domicilio, daño y robo calificado quedó preso gracias a la Ley de Reiterancia. Con anterioridad, había sido beneficiado con la prisión domiciliaria pero incumplió las pautas establecidas.
En dos audiencias de formulación de cargos realizadas la semana pasada, la fiscal del caso Inés Gerez y el asistente letrado Federico Surá, acusaron a un hombre por quince hechos cometidos entre noviembre de 2024 y agosto de 2025, todos en San Martín de los Andes.
En principio, el miércoles 30 de julio de 2025, Gerez pidió que se le imponga al imputado la prohibición de acercamiento a menos de 500 metros respecto de su expareja y su hija, y a menos de 200 metros respecto de una víctima por un hecho de robo.
Luego, el sábado 3 de agosto, Surá requirió que se fije prisión preventiva por un mes y argumentó que existe reiterancia delictiva y que es necesario resguardar el peligro de fuga por no sometimiento al proceso.
Durante una audiencia realizada el martes 5 de agosto al mediodía, Surá reiteró pedido para que quede detenido en prisión preventiva por haber incumplido la domiciliaria en cuatro oportunidades.
El juez de garantías Maximiliano Bagnat, quien estuvo a cargo de las audiencias, avaló todas las formulaciones de cargos de acuerdo a lo requerido por Gerez y Surá e impuso medidas de coerción.
Luego, a raíz del hecho cometido el 1 de agosto y bajo los argumentos detallados por el asistente letrado, fijó la prisión domiciliaria por un mes. Finalmente, y ante el incumplimiento de la domiciliaria, el juez modificó la modalidad de cumplimiento e impuso la prisión preventiva en una unidad de detención por el mismo plazo.
En el transcurso de este año 2025 el delincuente desvalijó varias casas particulares. El 22 de enero, por ejemplo, ingresó a una vivienda y se apoderó de 6.500 dólares, una notebook y ropa. Después, el 9 de febrero, ingresó a una cabaña y se apoderó de más de 800 mil pesos.
Revelando su impunidad a la hora de cometer robos, fue denunciado por la sustracción de un celular de un médico del hospital Ramón Carrillo. El incidente tuvo lugar el 22 de noviembre de 2024 y de acuerdo a la investigación, se apropió del teléfono cuando el profesional se retiró un momento de su consultorio.
También un policía fue su víctima, cuando con la ayuda de un tronco, logró ingresar a la casa del efectivo. Sin demorarse, se apropió de una pistola Bersa Thunder y un par de esposas.
Además de los robos, el ladrón acumula denuncias por violencia de género y que tuvieron como víctima a su expareja.