La dignidad humana es un valor que se refiere a la excelencia en el comportamiento. Quien es digno es merecedor de profundo respeto y consideración independientemente de cualquier característica o circunstancia individual.

Cuando alguien no recibe un trato acorde a estas referencias, tendrá derecho a percibirse como un ser indigno. Pero quien no brinda tal trato, ni siquiera mínimamente y aún con el agravante de tener el compromiso de darlo, quien se sumerge en el desinterés frecuente por la necesidad ajena, habiéndose comprometido a atenderla, transita una de las formas más patéticas de la violencia que es la que se oculta detrás de los buenos modales y las expresiones calmadas. Es una de las peores clases de la violencia. Y quienes la ejercen son, definitivamente, violentos.

Desde hace muchos años, en el barrio Kaleuche penamos por disponer del mínimo volumen de agua necesario para la supervivencia. Se han sucedido reuniones esperanzadoras que a poco de culminarlas, no dejaron reflejadas en los hechos lo que se había acordado o prometido.

Dos tanques inútiles (más de 50.000 litros de capacidad) que nunca brindaron el servicio para el que fueron promocionados, y perforaciones inservibles que conllevaron grandes gastos, nunca nos dieron agua en cantidad y calidad.

Y el barrio rogando por agua en tiempo y forma, e inexplicablemente o no, sin obtener respuestas acodes a las mínimas necesidades.

En síntesis, respiramos el total desinterés, falta de respuestas o respuestas a destiempo, a mensajes nuestros hacia la Subsecretaria de Juntas Vecinales y a la Secretaria de Gobierno, por parte de quienes deberían desvivirse para brindar un servicio tan esencial, imprescindible para la vida. Y obtenemos silencios o justificaciones indignas.

Ya no sabemos donde acudir para una resolución inmediata del problema, porque debe ser inmediata, más allá de algunas sugerencias  de vecinos sobre la necesidad de judicializar el tema. Quizás sea lo que haya que hacer aun sabiendo las dilaciones que tendría tal decisión. Pero nos urge el ahora, la necesidad inmediata, la demanda de las familias que tienen que decidir si lavan un par de medias, o los dientes, o usan el depósito del inodoro, o bañan a un bebé , o hacen una sopa.

Los indignos estamos en manos de los violentos, mientras tanto los violentos abren sus canillas, toman sus duchas imprescindibles a primera hora de la mañana y van a sus oficinas para,  ….  ¿cumplir con sus deberes de funcionarios públicos?

Junta Vecinal del Barrio Kaleuche Bajo